Jornadas de la Asociación de Informadores Gráficos de Prensa y TV de la Región de Murcia: Conferencia de Pepe Baeza.

El pasado mes de septiembre, la Fundación CajaMurcia organizó las VI Jornadas sobre Fotoperiodismo en colaboración con la Asociación de Informadores Gráficos de la Prensa y la TV de la Región de Murcia. Este año contaba con la presencia de importantes figuras dentro de este campo (el fotoperiodismo), como la de Pepe Baeza, profesor de la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la Universitat Autónoma de Barcelona.

Él era el encargado de abrir estas jornadas, con una conferencia sobre los modelos periodísticos y los tipos de imagen en la prensa, el pasado lunes 26 de septiembre.

La charla versó sobre la crisis que sufre actualmente el fotoperiodismo, tras hacer un repaso de la evolución de este arte desde sus inicios hasta la actualidad, pasando por la etapa de mayor auge, su época dorada, la década de los años 70, a partir de cual la disciplina ha ido cayendo en picado.

Las principales causas que motivaron esta crisis, según el fotoperiodista, son la censura a la que aún hoy día está sometida la fotografía en diversos temas; el desprestigio al que son sometidos los fotoperiodistas, a los que no se valora su trabajo de búsqueda y reflejo de la realidad; pero sobre todo, la falta de financiación para llevar a cabo proyectos interesantes. La actual crisis económica mundial exige recortes, lo que lleva a disponer de menos capital para trabajar y a despidos. Los fotoperiodistas se entrentan a tiempos difíciles dentro de la profesión; tiempos en los que conseguir financiación para un reportaje, por interesante o novedoso que sea, es difícil, al igual que es difícil que algún medio compre ese reportaje y pueda ser publicado y llegar al público.

Pepe contó algunas experiencias personales para ilustrar mejor todo aquello de lo que hablaba. Especialmente significativa me pareció la referencia que hizo a la revista “Ojo de pez”, un proyecto que pretendía reunir a los mejores fotoperiodistas y publicar sus trabajos, para que se difundieran los mejores reportajes de los mejores fotoperiodistas, tratando cualquier tema, dando total libertad a sus creadores. La revista, que a priori podría parecer un éxito asegurado de ventas entre un público de nivel cultural medio-alto, solo pudo publicar un número, y gracias a la colaboración de aficionados a la fotografía que financiaron el proyecto. Los anunciantes no se atrevieron a invertir en algo tan novedoso y de temática tan variada, por miedo a no conseguir rentabilidad en su inversión.

 A pesar de ello, Pepe Baeza es optimista, y animó a todos los presentes, profesionales, aficionados y estudiantes, a seguir trabajando de forma ética y responsable, con gusto artístico por conseguir bonitas fotos (“aunque lo que se fotografía sea feo”), tratando temas de carácter social, y adaptándose siempre a las nuevas tecnologías y los nuevos soportes de la imagen (imagen digital).

Si un experto como Pepe Baeza no ha sucumbido al pesimismo y no cree que el fotoperiodismo “esté muerto”... ¿no merece la pena intentarlo?